( Esta oración que nos dio el Señor nos dijo que tiene una fuerza desconocida para nosotras).
Padre Eterno, ante Ti me postro suplicante, en un ruego constante de Mi Presencia ante Ti, para que colmes de Tus Bendiciones mi corazón, el alma que Te ansía, el gozo de Tu Presencia, rogándote de esta forma el cobijo de Tus alas de Amor para el perdón de todas las almas cobijadas en Ti. Te ruego, alimente la vida, mi vida en oración perpetua y continua para glorificar a Tu Santo Nombre. Bendecirte y alabarte por Tu Amor inmenso, porque sabiendo que Te pertenezco, mi corazón solo vive en Ti y para Ti. Te necesito sabedora de que Tu eres el Único. Recojo cada una de tus Palabras, sabiendo que eres mi Dios, el Hijo del Padre, colmando de bendiciones todas ellas para un perpetuo descanso de vida glorificada en Tu sentir. Amén.