No controles tu vida desde ti, colócamela a Mí. Desde tu control aprenderías a sufrir más. Sin Mí nada podéis decir.
Aprended a hablar. Si aprendierais a escuchar aprenderíais a hablar.
Estar incipiente (se refiere al camino de la espiritualidad) no es estar en la ignorancia, es sólo saber que estás en Mí, en la escucha.
Lo que permito no lo doy, sólo eso, lo permito, no os confundáis, dadle valor a la palabra.
Aceptar el silencio es aceptar la palabra, porque acallar el mundo es aceptarme a Mí. Todo lo demás está en un vacío, no es existencia. Yo Soy el Único existente.
No digáis: yo no sé, no puedo. Decid Él está en mí y hace por mí.
Y, ¿no has estado antes más sola que ahora?
No es tener, es saber recibir, sabed que poseer es acumular, tener es saber que está ahí por Mi Voluntad.
Rompe las cadenas que te aten, sin miedo caminarás. Para Mí la existencia es la libertad y sin ella no podéis estar en Mí. Aprended a escuchar. Nunca hay existencia en la negación.
El Único que hace Soy Yo, Yo sé, Yo hago, Yo vivo, Yo estoy, Yo Soy Absoluto en Todo.
Romped las cadenas que os inhabilitan para la escucha. Rompe tus cadenas, ¿comprendéis? Yo os cubro y os completo, sólo Yo, y ya sabéis. ¿Qué habéis poseído sin Mí? ¿Qué habéis encontrado sin Mí? ¿Qué habéis visto sin Mí? Nada. Por la escucha viviréis porque es la manifestación más directa que hago a mis criaturas. Romped las cadenas, las tres, que os atan a este mundo y os hacen dependientes y no os permiten escuchar. No perdáis Mi escucha. Aprended y rogad para que sea.
El ser humano fue creado en verdad y libertad, las cadenas las habéis creado vosotros. Yo os creé perfectos y perfectos en el Padre os quiero. ¿Para qué os habría creado? ¿Qué creación hay en Mí? No Me adjudiquéis lo que no es Mío. Reconoced Mis Palabras cuando dije: Padre escúchalos y perdónalos porque desconocen cada palabra y acto que sale de su ser, y no se identifican conmigo, no Me ven, están sordos, ciegos; y Tú sabes Padre cuánto le he dado a mis criaturas, porque Me desconocen, no Me ven y no Me aman.
Reconocedme en todo: Mi Palabra, Mi Escucha, Mi Atención, Mi Amor, Mi Conocimiento en cada una de vosotras. Porque os lo he dado en generosidad y en verdad, no por vuestros méritos, que no lo valéis, pero Yo Soy Absoluto Amor. Rogad hijas mías para que esto suceda, no a soplos sino como una brisa constante que acaricia vuestra cara.
Sin Mí nada sois, sin Mí nada podéis, sin Mí no hay existencia, sólo muerte. Sólo Yo Soy el dador y de Mí procede todo para Mis criaturas. Rogad para que esto suceda, no sólo en vosotras sino en la eternidad de la creación. Pedid por las naciones.
Cuando el corazón habla la mente calla.
Os he creado para que permanezcáis en Mi Presencia. Romped obstáculos, cadenas, que nada os acobarde y os limite, eso os aparta de Mí, dejadlos atrás, son banalidades inexistentes que atrapan a las criaturas para arrastrarlas al mal de la inexistencia. El mal de la existencia es no aprender desde Mí.
Quietud Mía en Mí y Yo Me muevo en vosotras. Por eso os movéis vosotros. Cuando os mováis, moveros en Mí y desde Mí. Rogad porque Yo os hable y vosotras Me podáis escuchar.