Si no os alejarais de vosotras, no os alejaríais de Mí. En vuestra negación está vuestro propio dolor. Aprende a entender tu camino y no mires a los demás, te entretiene del tuyo, de tus obstáculos. ¿Quién es más sano, el que se conoce o el que maneja al vecino?
Saber esperar no es estar quieta, sino saber que de quien se espera está completo y lo da todo. Es saber recibir del que llena e inunda. El que espera está en el anhelo de la llenura. Esperad en Mí. Ahora sabed esperar y sabed seguiros llenando y colmando.
Ponéis la ilusión en ojos humanos. Los ojos humanos son tierra. Yo Soy El Perfecto Ser que os inunda. El barro es lo que os llena.
No veis el alma de las personas. Dejadme vivir en vosotras. Esa es vuestra libertad. La calle estrecha es un camino torpe, agudo pero intoxicado de creencias, miedos, angustias. Todo lo que da el no saber: dolor. No temáis jamás. ¿Quién os puede quitar y dar? ¿Qué esperáis, a quién erigís vuestro Dios y juez? Abre los ojos y aprende a observar pero no te involucres, ahora es la época de aprender. Aprende a Amar, a amarte, a escucharte, a englobar y a englobarte: abarcar más allá de la apariencia es abrirse hacia el infinito. No tomes nada sin Mí. El mal abunda, no os dejéis embaucar. El mal envuelve al mundo como Yo abarco los infinitos del bien. Abarca conmigo, no te limites a nada ni a nadie. Abarcar es abrirse no a uno mismo sino a todos. No os limitéis. ¿Por qué no observáis a las aves? No tienen expectativa humana, son felices, están atentas a su existencia. Vosotras atentas a la nada, que no os puede dar nada. ¡Cuánto daño os hacéis y cuánto sufro por ese dolor! Os quiero felices y os creo felices. Aprended a abarcar, abriros a la inmensidad, no os limitéis, ahí está la libertad. Cuanto más teméis más os apartáis. No centréis la vista en nada concreto, abarcad, abriros y Yo os penetro.
Cuántos miedos al temor del mundo. Abriros y la juventud del alma os poseerá, abarcad.
Sabed que en Mi está la amplitud de mirada. No os limitéis a nada y a nadie que no sea Yo. Sin Mi nada. Y Yo abarco, abarcad vosotras. Os bloqueáis vosotras, cerráis las puertas, queréis ver las cosas desde el mundo y no desde Mí. Aprended y comprended. Yo no estoy en el mundo aparente. Mirad a Mk, dejaba a todo el mundo, pero no se dejaba a ella misma, estaba atenta al mundo, no a ella. Reconoce cuánto hay ahí de ti. Si supierais comprenderíais hasta que… (no pude coger esta frase, está sin terminar).
Yo Soy la Verdad, el ego es el dolor. Yo hablo cuando el corazón está receptivo a la escucha. El ego abarca un compendio de insensateces, aprendizajes amorfos. Algo que no está representado con apariencia humana, sino con el engaño y el dolor. Siempre hay dolor donde hay engaño. El ego abarca también, pero abarca desde la duda, desde el desasosiego, desde el no saber, desde la oscuridad.
Cuando Yo hablo no hay renuncia, hay apertura, que no es engancharme sino dejarme amar hasta la inmensidad, sin mesura. Para esperar hay que estar abierto, donde sólo hay abrir. Cuando abro una puerta amplío mis horizontes. Ábrete a Mí no al mundo. Abrirse al mundo es abrirse al engaño.
La renuncia es saber a ver, no hay expectativa. No te encasilles a nada ni te comprometas a nada, sólo a Mí. Sabrás que para Mí no hay nada imposible.
Cuando dais, dais con mesura, teméis y Me perdéis cegadas por el miedo.
Una cosa es estar y otra dar. Se puede estar, estar ahí, permanecer. Pero si das, ¿sabes a quien das? ¿desde donde lo das y para que lo das?¿a quién?, ¿qué esperas? ¿què das?, ¿qué parte de ti hay involucrada ahí? Es un remanente que te reservas para ti (esto no es adecuado).
Dar es estar completamente con la mesura del corazón, esto es comprensión. Dais a veces desde vosotras y no desde Mí. Cada uno tiene su camino y vosotras el vuestro, en vuestra libertad. Rogad por verlo (el camino), como los santos, que oraban sin la espera de nada humano, a la espera del dolor de la renuncia pero sabedores de la verdad. Cuando hay renuncia hay amor. Renuncia es dar sabiendo, no es dejar por temor. Si supierais dar, sólo dar, sin la expectativa del recibir, del tener, del que lo da todo y no tiene nada, pero se sabe en el infinito del Amor. Se comprende abarcando y dando en la renuncia del dar.
Nada de lo que digo pertenece a la dicha humana, sino a la dicha del corazón eterno. Dais con reservas y Yo no. Sustituye tu corazón humano por el Mío, que todo lo abarca, ahí no hay egos, ni expectativas ni renuncias.
Cuánto miedo tienes a recibir, miedo hasta conmigo. El miedo viene desde el pecado de origen, y está ahí continuamente. Aprended aún con el miedo. Dejaros hacer. Abarcad desde Mí.
No renunciéis a Mí. Renunciad al miedo. Sin miedos no podríais aprender, porque eso es el desprendimiento del pecado. Cuanto más miedo hay más renuncia. ¿Comprendéis desde Mí renuncia y cuál es vuestra renuncia?
En un convento se puede aprender más que en el mundo, porque estás más consciente de ti. No hace falta la experiencia, con la sabiduría que ya tenéis podéis practicar en el conocimiento para saber en verdad.
¿Quién os juzga sino sólo vosotras, que os crucificáis? No Me crucifiquéis, dad Mi Amor, sólo Mi Amor y comprended que Soy El Inmutable. No rompáis el eslabón que depende de vosotras por Mi Misericordia. Permaneced en Mí, no renunciéis a la Verdad, sólo al dolor, a la mentira, al engaño continuo. Romped las ataduras que os atan a cada cosa, que os limita. Es difícil, pero no os abandono. Dejaros llevar por Mí. Renunciar al mundo es aprender a renunciar a la adversidad del abandono (M.J.), a ti que parece que el abandono… ( falta alguna palabra aquí), renuncias de ti, porque no hay confianza, ¿quién te puede abandonar sino Yo que Soy? ¿quién te puede juzgar sino Yo? Y no lo hago; no renuncies a Mi Juicio de Amor, en el que sólo hay entrega.
Son palabras engañadas, que forman parte de vuestra vida. En la palabra bien sabida no hay engaño jamás.
Saber que lo que digáis genera una fuerza en el universo para el mal o el bien. Pronunciad las palabras en vuestro corazón no desde una mente atropellada. Si no renunciáis no podéis dejar hacer al que todo lo posee. No rompáis los lazos que os unen a Mí por una renuncia mal entendida o por un concepto mal interpretado.
Elegid de quién queréis aprender: de Mí o de lo otro ( lo que no existe). No entréis en la mentira. No os mintáis y no hagáis daño. Aceptaros pero no os conforméis. Vuestra experiencia es para saber a través de Mí, no a través de nadie. Ser fieles a Mí es ser fieles a vosotras.
Renunciad, pero comprender no es renuncia, es soltar patrones aprendidos, es poseer sin esclavizarse. Rompe las cadenas y pídeme que se cumpla ese deseo en Mí.
No sois fieles a vosotras mismas. No es necesario poseer una pareja. Daríais pasitos cortos y no grandes zancadas.
Es vuestra avaricia la que os lleva a la posesión carnal que os hace daño, no mala, pero mal interpretada.
(P) Aprende a conocerte, para ello sólo tienes que dejarte hacer. Espera en Mí, no te asustes, no te engañes, no te juzgues, no seas rígida, reconoce que perteneces a un sólo Dios. No erijas dioses en tu vida para destruirte tú y a Mí. Poseedora de la verdad, permanecerás abierta a Mí Palabra. ¿Para qué te engañas en otro lado que Yo no estoy? ¿Para qué te encierras en una apariencia que no me pertenece? Nada de lo que te doy proviene del dolor, sino de la escucha. Buscas fuera de ti lo que es la perfección. Renuncia a cada cosa que no Me pertenezca. Renuncia por Mí si no sabes hacerlo por ti y aprende. Tus voces llegarán al infinito para comunicar Mi Palabra. Renuncia en verdad.
Si hay dolor no hay verdad. Dejaros hacer sin temor, sin lucha, sin expectativa. ¿Por qué esperáis del mundo? Pedidme a Mí. Mirad el mundo, ¿qué tiene? Los mismos patrones que hay, y ahí estáis empeñadas en seguir. ¿Por qué tanto dolor a cambio de nada? Rogad al Padre a través de Mí, sobre Mi Corazón y desde el tablero de la Cruz, ofreceros al Padre, que os llene de Amor Perfecto.
¿Creéis que no os daría una buena pareja? Pero no os llega porque no está previsto. Queréis saliros para no estar en Mí. (no consciente).
Observad el cielo, el mar. Todo está para la belleza y Gloria del Padre, y os encerráis en un dolor de expectativa. Cuanto más daño os hacéis más padezco Yo.
Buscáis la belleza del mundo y no veis, y buscáis la belleza del alma, de la vuestra, cuando escucháis a alguien. Escuchadlo a través de Mí y veréis la diferencia, es la escucha perfecta. Dejaros hacer, no os asustéis, regocijaos en Mí, recibid de Mí en cada instante. Tomad la sabiduría de Mí. O conmigo o sin Mí. Sin Mí nada podéis. Para hacer algo o lo haces desde ti en Mí o desde ti en los demás.
Si miráis a los demás Me veréis a Mí, si no Me veis no estáis mirando bien. Os hablo en perfección. No os mancilléis.
(P) Permítete arrojarte en Mis Brazos. Tú quieres abarcar en el amor, pero arrojarte en el amor humano es irte a un pantano enfervorizado de dolor, por el daño que tú te haces en tu engaño compulsivo. Renuncia a tus engaños, miedos, angustias y dolores incontrolados y paralizantes del cuerpo y alma, porque Yo no puedo dar así al alma. Renuncia a cada parte de ti que no reciba Mi Voluntad, arrójate a Mis Brazos.