Creencia y debilidad van íntimamente unidos, inseparables. Desde ahí se puede mirar hasta el perdón, pero no desde la culpa, sino aceptando tal como soy, viéndome, mirándome porque ese soy yo, Soy Yo. (Esto con respecto a la aceptación de nuestras debilidades para poder cambiar: alargando mis opciones para tomar otra opción o elección).
La espera y la escucha están íntimamente ligadas. Cuando observando reconozco mi creencia y debilidad, la veo y pongo palabras que sean sanas y libres, que no sea «tengo» sustituyéndola por: » se pone de manifiesto esto….», para no identificarme con lo que no es mío.
Os necesito mas aquí que allí, en la laboriosidad humana que no lleva mas que a la catástrofe y a la podredumbre. Aprended a mirar.
La fe es fuerza, lo contrario a la debilidad. La creencia lo contrario a la libertad.
Nos quiere con una elección en verdad, con el argumento siempre en positivo.
Es un ejercicio de voluntad lo que hacéis. Me sirvo de las mas inútiles e ignorantes para hacer Mi Voluntad. Calculad lo que Yo hago con vosotras. Remansos de Paz, de alegría, de voluntad, de unión, de sinceridad absoluta, de comprensión hacia vosotras. Aprendéis desde Mi o os involucráis en vuestros temores. Hablad y ved.
Por qué os afanáis en una búsqueda continua de desamor y angustia, para no encontrar ni eso. Perdidas. Y no sabéis quién Soy.
(M.J pregunta: entonces Señor no Te puedo decir que te amo?) Si dime que Me amas, dímelo mucho, dímelo en verdad. Yo haré que tus palabras sean reconocidas en Mi Corazón…..(pierdo palabras). Comprended que solo Yo Amo. La Verdad traduce el Amor y así traducido llegue a vosotros para que comprendáis que Mi Amor es eterno. Ni falla ni se muda. Compadece y comprende al alma. Toma esto como algo tuyo, para ti, para que tu vida y tu alma se vaya transformando, comprendiendo, abriendo y socorriendo desde Mi. Tomad y comed, recibiréis el perdón en la comunión perpetua de Mi Cuerpo, de Mi Alma encendida del Amor. Solo eso os llevará a una…….. a un estado de lujo y locura perpetuado por un sincero reconocimiento que os aleja de la materia oscura que os atrae. Nuestra necesidad de poder oscurece Su Voluntad.
Todo lo que hay en la pérdida es sentimiento de absoluta incomprensión. Es como si Yo digo:¿quién quiere conocerme? pero no Me ve, no Me siente, no Me identifica. ¿Comprendéis por qué desde ahí no se puede vivir?. No se está. Solo pérdida. Es el miedo, con una incomprensión sin saber donde ubicarte, donde está la salida, para qué estoy aquí. Perdido siempre. Cuidad este espacio si no os perderéis. Miradme hijas, Soy un Cristo lacerado por el desamor de las criaturas, por la falta de comprensión ante Mi dolor, el que producís por vuestra falta de comprensión a vosotros mismos y a vuestros hermanos. Amaos y dejaros amar. Yo solo Amo.
«Reina de los cielos ayúdanos», es una forma de implorar a Mi madre cuando se está perdido. Pedid siempre por vosotras y por los demás, todos a la vez. Gracias Señor.