Mis dos niñas enamoradas de su Dios que las ama. Es el regalo que Yo hago al alma que confía en Mi. Solo eso os hará felices, no lo olvidéis nunca. Os podría dar el mejor sitio para orar, si no lo hacéis en Mi de que os sirve. Yo siempre alegraré vuestra alma. Cuanto regocijo hay en la vida de una persona, de una criatura Mía que confía en su Creador. ¿Comprendéis la belleza de estas palabras? Miradlo y veréis.
Cuan inútil es el susurro del dolor. Alegraos! Alegraos!. Hablo, grito, clamo, Soy vuestro Dios. Alegraos. Os abrazo, os hago sentir felices, contentas, gloriosas porque el Señor, vuestro Dios, el que os habla tiene la grandeza en Su Poder y os necesita confiadas. Sabed que Soy Yo el único, el confiado. Veis la similitud…?
( Esto porque empieza a nevar con una luz de sol preciosa). Así os toca verme, en un continuo regalo.
Dad gracias al Padre de la Luz para que la Gloria sea santificada, loada, bendecida, clamada y reconocida siempre como el lugar santo del Amor. Santo Es.
Gracias Señor por hacer lo que Tu querías y saborear lo que Tu querías.
Para aprender solo hay que dejarme a Mi actuar.