Para Mí sólo existe el momento presente, por eso no repito.

La Energía (se refiere al Padre) es de absoluta conciencia, es el entendimiento en Mí.

Exigir no es imponer, sólo reconocer el beneficio que se os propina. Es sólo sacaros del ostracismo.

(M.J. Comenta la paz que siente cuando recibe su Palabra y Él contesta) “de Paz y de Gloria”. Gloria por Mi Presencia y Paz por tu disponibilidad. Sólo eso, Cuanto os doy es para todas. ¡Ay de aquella que se apodere de algo para sí, como un regalo unívoco! Que se aleje de Mí. Desprecio hasta los confines.

Cuando andáis libres Yo os guío, os poseo y manejo. ¿Qué es manejar para Mí? Manejo es una palabra de guía, de conducir, de apreciar y valorar lo que tengo en Mis manos. Y cuido y conservo ese ser que tanto amo y he dado Mi Vida. Os digo todo esto para que aprendáis el valor de Mis Palabras. “La PALABRA”, porque Yo soy la Palabra. ¿Qué conocéis de Mí sino Mi Palabra?, ¿qué escucháis sino Mi Palabra?, todo lo demás no es verdad. Para Mí sólo existe un sonido, el Amor. Reflexionad de las horas que contáis al día, ¿cuántas escucháis el Amor? Si Me dejáis, no sólo no Me veis porque no Me sentís, pero si Me escucháis, no sólo Me veis, sino Me sentís porque estoy ahí con Mi PALABRA y es la VERDAD. Palabras deshumanizadas porque son Mías, tienen otro significado. Para Mí no hay Gloria, Yo soy la Gloria. Para Mí no hay Amor, Yo soy el Amor. Para Mí no hay Luz, Yo soy la Luz. ¡Cuánto os toca por aprender!, por sentir, por escuchar y por decir a través de Mí, sólo así. Y para Mí, para ninguna de las tres. Ay de aquel (y dice EL… si, la cuerda al cuello con una piedra al mar), el que se vanaglorie y adjudique el poder de Mi Palabra en la manipulación de su beneficio, creencias e intereses. ¡Qué perdido del camino se halla, qué torpe y torcido su camino en su perdición! (ahora M.J. Recibe en forma de visión una imagen y describe qué ve un camino oscuro, torcido, enrevesado) el que va por ahí, como está perdido, busca y no encuentra, y se desespera, y entra en la locura interior y física, porque la mental se ha perdido. Aprended u os perderéis.

Tomad Mi mano si no os perderéis. ¿Para qué creéis que estoy aquí y he venido? Si he venido es para vosotras tres, hablo para cada una en particular, (le dice a M.J.: sólo habla de Mí lo que Yo diga, para ti no hay nada que puedas decir, sólo saber hablar de Mí, lo demás es mentira, y la mentira no está en Mí, no Me pertenece). Para Gloria del Padre estáis reunidas. Para Mí la Gloria del Padre es daros a Él a través de Mí. ¿Comprendéis la similitud vuestra y Mía? Somos tres transmisores del Padre, porque Yo estoy en cada una de vosotras.

Os he hablado de teólogos, estudiosos, reconocedores de Mi Palabra, y no han podido escuchar lo que vosotras ya sabéis. Yo doy a quien quiero lo que quiero, y para Mí nada es imposible. Cuando Me reconocéis alabáis a Mi Gloria, engarzada por amor a la del Padre.

Repetid: “Padre nuestro, vida de Amor unívoca con el Hijo, perdón divino por su Misericordia a sus criaturas, Gloria y representación divina del Padre a través de su Hijo Jesús, Amor divino no creado, nacido de las entrañas de María, para remisión de sus criaturas, perdonadas desde la Eternidad, y en espera de su invocación a la Madre”.