Habla el Señor: Cuido a Mis criaturas como a las niñas de Mis ojos, como a la luz que alumbra a Mi Corazón. Las amo tanto, recojo todos sus pensamientos, anhelos y necesidades y las voy transformando para hacer de ellas un sepulcro vivo, «comprended», volver a nacer, renovarse, sanarse y elevarse en la comprensión por Mi Voluntad y anhelo en el saber. Cuando escucho, las escucho, recojo todos sus deseos y, os repito, todo se transforma. Voy haciendo una figura nueva, un alma en Mi, un ser para amar y sentirse amado, para el no reproche, para la no culpa, para el no dolor. Aprended, comprended y sabed que solo Yo os enseño, os ayudo y solo Yo os Amo, es así. Así Soy y así hablo, es Mi Palabra.
El sentirse en El es un cambio de nuestras moléculas en El. Lo mas importante es reconocerlo. Se le reconoce de muchas formas en la vida (en todo, El es todo). En ese reconocimiento tiene después que haber un saber de que tu no eres nada, no como desprecio de ti, sino porque te olvidas de ti al verlo a El y tomas conciencia de El, y en ese momento hay una transformación en el Amor, te transformas en El porque es cuando tu realmente estás en El.
Reconocerlo y entras en un abandono donde lo ves y te olvidas de ti, aún sabiendo quien eres.
Solo el saber de Mi está en la comprensión, el alma que no lo ha identificado allí no lo va a ver, pero es tan intenso su deseo. Como no lo conocen no lo identifican. El alma podrá comprender e identificar, pero primero tiene que pasar por un calvario sin cruz, pero sabiendo que el único gozo no le pertenece, no está en el. Su tristeza, su dolor, su pobreza y su desamor solo el lo sabe. Por esto la gran oportunidad de saber de Mi aquí. Aunque (el alma) esté allí, su conocimiento proviene solo de lo que ha conocido, de la materia y allí no hay referente material y se pierden. Cuan importante es el referente aquí (en el mundo), imaginaos a nivel de Dios, divino.
Esta frase la da El Señor el jueves Santo y dice: » Hija te cuido en Mi Corazón como a una rosa en Mi jardín. ( Se la dice cuando M.J iba a comulgar).
Sólo el que habla de Mi en el reconocimiento, habla en verdad. Cuando hay una escucha, cuando escucháis si lo hacéis sin Mi el error y la mentira entra: engaño. Siempre hay dolor, provoca angustia, desazón, sensación de ansiedad, miedos, se entra en el paroxismo. Esa es vuestra salud, el conocimiento de Mi. Santo, Santo, Santo es Mi Nombre y de quién Me acompaña. Soy Yo. Mi Vida está puesta en vosotras y vosotras en Mi. Rezo, ruego al Padre Sanador y dador de vida que os llene de Su Santo Espíritu, para que unidos en El glorifiquemos siempre a Su Santo Nombre. Glorificado sea.
Orad por la confianza en el Padre como Yo confiaba en El. Confiad y veréis.