“Oh Padre Eterno, Reino perfecto de Santidad, llena mi vida de Tu Poder, para que así, plena en Ti, cumpla Tu Voluntad. Ámame, siénteme y víbrame con el corazón en Tu mano para que, llena de Ti, cumpla ese Tu camino Glorioso de sabiduría y ayuda para todas las almas, amén».
«Padre Nuestro, vida de Amor unívoca con el Hijo, perdón divino por Su Misericordia a sus criaturas, Gloria y representación Divina del Padre a través de su Hijo Jesús, Amor Divino no creado, nacido de las entrañas de María para remisión de sus criaturas, perdonadas desde la eternidad y en espera de su invocación a la Madre».

(En cada petición se empieza y termina con un: Te rogamos Señor)

Cuarto misterio: Te rogamos Señor:

• Para que suceda Tu Voluntad que está unida a la del Padre.
• Porque el Amor inunde a esa humanidad, sin Ti nada puede.
• Porque el alma no ruede perdida, viviendo sin rumbo y desviada del camino sin saber en su enorme dolor que está sin Ti.
• Honor y Gloria al Padre sabiendo que Su Misión está siendo cumplida en nosotras.
• Y Te pedimos por todas las almas que, anhelando el bienestar, entran en la confusión del mal y se pierden por el desconcocimiento de Ti.
• Y Te pedimos para que Tu Corazón posea a esas almas porque todas Te pertenecen, aún así, perdidas y con el desconocimiento de Ti.
• Para que permaneciendo en Ti nos alejemos del dolor, que es la ausencia de Tu Presencia.
• Para que humillados en Ti, seamos conscientes de la Verdad de Tu Amor.
• Para que puestos en Ti roguemos en perfección.
• Para que rogando al Padre, Tu Corazón viva en cada uno de nosotros.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

“Para mí sólo Tú, yo nada”.

Oración a la Santísima Virgen: Señora y Madre mía, te suplico por el amor que sientes por Jesús, que derrames Sus Gracias, tus Gracias ya hehas tuyas para la bendición, sanación y santificación de nuestra alma, ya concebida y preparada para su recepción. Somos tuyos, en Ti esperamos y en Tu Corazón confiamos. Amén.

Una Salve y a continuación jaculatorias: “Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confío”, “Dulce corazón de María, sé la salvación mía”. ( Así hasta 10 veces).

«Gloria al Santo de los Santos». ( Así hasta 3 veces).

Deshaz todo orgullo, necedad y abuso para la santificación de nuestra alma. Te doy las gracias. Bendito seas.