“Oh Padre Eterno, Reino perfecto de Santidad, llena mi vida de Tu Poder, para que así, plena en Ti, cumpla Tu Voluntad. Ámame, siénteme y víbrame con el corazón en Tu mano para que, llena de Ti, cumpla ese Tu camino Glorioso de sabiduría y ayuda para todas las almas, amén».
«Padre Nuestro, vida de Amor unívoca con el Hijo, perdón divino por Su Misericordia a sus criaturas, Gloria y representación Divina del Padre a través de su Hijo Jesús, Amor Divino no creado, nacido de las entrañas de María para remisión de sus criaturas, perdonadas desde la eternidad y en espera de su invocación a la Madre».

(En cada petición se empieza y termina con un: Te rogamos Señor)

Primer misterio: Te rogamos Señor:

• Por ver el camino.
• Porque se rompan las cadenas y se cumpla ese deseo en Ti.
• Para que roguemos al Padre a través de Ti, sobre Tu Corazón y desde el tablero de la Cruz, ofreciéndonos al Padre que nos llene de Amor perfecto.
• Porque rodeemos con Tus brazos nuestro corazón y veremos cuánto nos amas.
• Porque nos abramos a Ti, absorbamos de Tu Corazón la Luz para que nos penetre hasta lo más profundo de nuestras entrañas.
• Porque no nos apartemos de Tu Presencia.
• Porque no nos alejemos y te veamos en todo.
• Porque suceda la espera en nuestros corazones.
• Y suplicamos para que suban más almas a Tu Corazón.
• Y te rogamos a Ti Madre que soseguemos, llenemos y encontremos la Paz en el Corazón de Tu Hijo.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

“Para mí sólo Tú, yo nada”.

Oración a la Santísima Virgen: Señora y Madre mía, te suplico por el amor que sientes por Jesús, que derrames Sus Gracias, tus Gracias ya hehas tuyas para la bendición, sanación y santificación de nuestra alma, ya concebida y preparada para su recepción. Somos tuyos, en Ti esperamos y en Tu Corazón confiamos. Amén.

Una Salve y a continuación jaculatorias: «Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confío», «Dulce corazón de María, sé la salvación mía». Así hasta 10.

«Gloria al Santo de los Santos». (Asi hasta 3 veces).

Deshaz todo orgullo, necedad y abuso para la santificación de nuestra alma. Te doy las gracias. Bendito seas.