Cuantas almas culpan a los demás de sus propias angustias, todas. Solo el que Me ve sabe de Mi y desde ahì no hay pèrdida. Para buscar y saber de Mi solo existe la confianza, es el regalo de Mi Alma a su alma, al que Me busca, al que confía. Sabiendo que Yo el Dador jamás Me quedo en deuda con nadie. Pero hijas no tengáis expectativas desde el dolor, desde el deseo, desde la angustia no hallada en la comprensión. Solo el silencio, la paz, el sosiego en Mi permite que este ser que tanto Me necesita y ama, aun en su incomprensión, no importa, pero aun asì Me busca y Me halla. Es el encuentro del alma con su criatura, el sosiego penetra en ella y la luz que tanto ansia la verà, no desde la apariencia sino desde Mi. Para que sea Yo en ella y ella en Mi. Tomad cada una de vosotras Mi mano, Mi Corazòn, acercadla al vuestro y pedid: sè Tu y permíteme Señor que…..(me pierdo) para que Tu sosiego sea el regalo de Tu Alma para mi alma y en esa confianza sentiràs y gozaràs de la Presencia de un Dios que solo sabe Amar sin medida porque es absoluto por esencia de continuidad, sabiendo que el gozo que penetra en vuestro ser, en vuestra alma Soy Yo. Ese es el camino que os queda por hacer, todavía no pero ya està cerca….(me pierdo).

Os necesito, daros cuenta de Mi Necesidad en el Amor. Sosegaros y recibid la Benciciòn del Alma sobre vuestra alma. Sosegaos y rezad por tantas almas que están en el desasosiego y en la angustia.

Esperad y Me vereis, os Amo a cada una sin medida, sin constancia. Os Amo continuamente.

La firmeza es la obediencia a Su Voluntad.