Comprended: Cómo un Dios, amplia criatura Divina, entre y cale en un concepto humano. Y todos Me quieren ver en una comprensión.
Miradme sosegadamente, recogidas, concentradas en vuestro propio ser, que nada os distraiga de Mi Presencia. Sabedoras que estoy ahí. Y ahora os digo: Cómo un Dios, que es puro y todo Amor, puede negarle a Su criatura, siendo Dador absoluto, el Amor que necesita, en todo y cualquiera de sus conceptos. yo os Amo tanto, que solo Yo puedo satisfacer vuestras necesidades, colocadlas donde queráis: dinero, pareja, conventos, salidas, regocijos, inclusive en los escondrijos. Me refiero a cobijaros humanamente en cualquier cosa, y os aseguro que nada ni nadie os satisface. Observadlo. Nada ni nadie está satisfecho porque estáis creados para amarme a Mi, y la meta de vuestras vidas es la búsqueda de ese camino.
Aprended a cuestionaros libremente.
La confianza es el mayor regalo que El ha puesto en nuestros corazones, porque desde ahí parte el Amor y se configura todo. Toco el alma y Me escucha, sabe de Mi y saber de Mi es vivir en el Amor.
El corazón siempre está herido, si no es por un tema es por otro. Solo se alegra cuando Me mira y comprende. Cuántas cosas hacemos sin sentido, es decir, sin el conocimiento nuestro.
Cierran la ventana a Mi escucha, Yo ilumino al alma, …(pierdo palabras), Yo toco a la persona y no se hace sensible. Yo la miro siempre y Me ignoran. Me regocijo en cada una y no se alegran conmigo. Estoy a su lado y no Me acompañan. Rezo y pido al Padre para que Me escuchen y las presento ante El y no lo agradecen. Siento y miro a la persona para entablar conversación con ella y no reconocen Mi Voz. A veces hasta creen que son habladurías humanas, no Me reconocen. Están a la espera de un milagro y no lo ven y siempre dicen: a mi Dios no me escucha y Soy Yo el responsable de todo esto. Miradlo y lo veréis.
Creamos una realidad para no ver, porque no nos permitimos ser libres y elegir en verdad. Entramos en demandas aprendidas… en patrones y esquemas. No es posible entrar ahí con una verdad. Te obnubila, te confunde para que permanezcas en el dolor y la mentira.
«Patrón de engaño»: yo me engaño exactamente donde me toca que me tengo que cuestionar. En lo mas trascendente de nuestras vidas.