SI QUIERES SABER PARA COMPRENDER

La voz del Maestro transcrita por el alma que le escucha. Conversaciones del Maestro con el alma que le escucha.

ORACION NOCTURNA. 24/2/2018

 

 

El Ser que habla implica a cada persona en su unidad y en su responsabilidad. Sabiéndose dueña de Mi Palabra, porque Yo Soy, habito en cada ser, en cada criatura, en todo lo creado por Mi. Habito en El, Yo Soy. No Me alejo nunca porque Mis criaturas están hechos por Mi en el Amor y para el Amor y esto regocija a Mi Padre, al Uno, al que Existe y al que Es. Tomando como palabra Mía toda escucha activa que permite al Espíritu tal cual Es, en Esencia Perfecta con la riqueza de Su Información, la Enseñanza. Podéis hablar de Mi, lo que cada una conozca, pero la riqueza, la Verdad de Mi Esencia, solo la puedo transmitir Yo. Alegraos conmigo. Mi Padre vive en vosotras y está feliz con esta Unión. Comprended y orad, para que el Espíritu de Dios, el Espíritu santo reine en vuestros corazones todos los días de vuestra vida. Viviré en vosotras en Eternidad de eternidades. Vivo en cada una y estoy feliz por hacerlo. Veo vuestra alma llena de Amor el ilusión por verme y reconocerme y así lo siento Yo también.

(El Señor nos die que quiere que Le  digamos que EL es el Rey).

«YO derramaré sobre vuestras casas Amor, longevidad y sentimientos de paz, os lo prometo».

(El Señor dice que no quiere santos obligados y tristes, sino libres porque si no serían  como una devoción emboscada..

Todo lo que no sea YO y os aleja de Mi, estáis perdidas. Solo para Mi el perdón y el Amor. Miradlo todo desde a, por favor os lo digo. Deseo daros tanto que por favor no Me lo impidáis. Posicionadas solo en Mi y desde ahí para todo perdón y amor (sin expectativas  ni reconocimientos humanos), Para Mi todo desde ahí. Todo para Mi. Todo lo que reconozcamos perdón y amor en el Señor.

El tiempo no se puede recuperar pero vosotras podéis dar marcha atrás y dar pasos agigantados. Ya es tiempo de recuperación (hay que moverse).

El Señor nos pide que coloquemos a cada alma que se acerque  en nuestra vida, al lado, pegadillo al Señor, en el Huerto de los Olivos. Se lo ponemos ahí para que el Señor lo santifique. Esa es la Redención y eso es lo nos toca hacer. «No Me defraudéis».