La debilidad es una gran ofensa al Ser del Señor. Ofende drásticamente a la Verdad. Razonadlo y veréis.
Cuanto amo al alma fuerte, apoyada solamente en Mi. Yo soy la fuerza y la Verdad y quien cree en Mi no se debilita nunca.
Ante qué situaciones de tu vida se manifiesta esa debilidad para tomar conciencia y concretar. Que la persona ante esa debilidad comprenda su existencia en el Yo Soy y esa es la fuerza para atacar su propia debilidad. Te posicionas en el reconocimiento de tu debilidad, en el Yo Soy. (Le pregunto al Señor donde posicionarse para las personas que no son creyentes y El contesta): Que la persona busque donde posicionarse fuerte. Para encontrar la fuerza.
Cuantas almas en verdad necesitan la comprensión de si mismas. Solo hablan de ellas desde el desconocimiento de su propio ser, lamentos. Esa persona necesita hablar y sentir su dolor desde la mentira. Es una pérdida de tiempo y de espacio (Espacio es el tiempo de estar ahí). No recurre a Mi para aprender y sí lo hace desde ella. Ni siquiera espera que el de enfrente la comprenda. Se revuelca o se retuerce en su propio dolor. Provocado por la incomprensión de su ser.
El comprenderte y actuar en verdad te libera. Se afronta.
Solo nos podemos esconder (proteger) en la fuerza del Señor.
La Esencia de la Verdad es perfecta. Donde haya imperfección no puede estar la Verdad.
El anhelo de Mi Alma es veros felices y la felicidad es un estado de Gloria y la Gloria es la riqueza del Ser, ¿comprendéis?. La riqueza del ser es el reconocimiento de todas las cosas del Señor en nosotros, pero por un reconocimiento de experiencia.
Aquí estamos en un nivel tan bajo que ni siquiera la comprensión que sale de la boca es verdad. Si viviéramos mas en el interior hablaríamos menos. Cuanto amor hay en el alma que solo calla y escucha para que su Dios pueda relacionarse con ella directamente sin obstáculos.
YO recojo vuestro favor para salvar a muchas almas.
Señor expíame…. y reconcíliame con mi ser mas profundo. El perdón está sosegado por el Amor.
Cuanto Amor hay en Mi Corazón, cuanto Amor hay en el alma sencilla.
Alcanzar la cima de la montaña no es subir a ella, es sentirse acompañado hasta el final. ¿Para qué si no estaría Yo aquí si no os hablara? Mi Palabra os acompañará siempre. Nunca os faltará, os lo prometo. Palabra Divina que da gozo al ser.