La necesidad está en uno mismo.
El propósito se queda en palabras pero la experiencia es vivirla libremente y esto es lo que te ayuda a soltar.
(Esta oración que da el Señor es por el tema de la preparación ante la muerte:) Ten presente siempre Mis Palabras, por mucho que Te diga, Yo Soy el Único que te llevará allí y acurrucaré tu cabeza sobre Mi pecho, alejándote de todo lo humano y cobijándote de esta forma, apreciarás la Presencia de tu Dios que te protege y te transporta hasta la Presencia divina, hasta el mayor Amor. Hasta su Suprema Presencia, hasta El Perfecto. Y Yo diré: Aquí está Mi hija, Mi amada, la que espera en Mi. Y Yo suplico para ella el trozo de cielo que tiene preparado. Ella sabrá valorar y agradecer lo mucho que la Amo y la he Amado y seguiré haciéndolo porque nuestros corazones están unidos en perpetuidad, sabiéndose así, sentimos el mismo latir para glorificar y bendecir la Gloria del Padre. Amén.