SI QUIERES SABER PARA COMPRENDER

La voz del Maestro transcrita por el alma que le escucha. Conversaciones del Maestro con el alma que le escucha.

ORACION NOCTURNA.16/1/2015

 

 

 

Hay como una disparidad entre el ser interior y lo que se aprende de fuera. Es el no saber en el saber. Quién pregunta, ¿ esto por qué me pasa? yo no lo merezco, parece mentira, todo es horrible, las cosas que me pasan. Lo puedo ver y observar fuera en los demás, no comprendo ni veo por qué a mi si. Todo dolores y angustias igual a incomprensión. Proyectamos rabia, malestar, sinsabores, no hay abandono, no hay confianza. Hay miedos, ¿ comprendéis?.

( Esto explica el Señor ante el dolor y rabia de vivir una situación injusta propiciada por otro. El nos da esta palabra): Puedes comprender que lo que estás viviendo  es un sentimiento que te lleva a un aprendizaje de sanación profunda. Cuanto mas duro  es el golpe, mayor es el salto y mas meritorio, porque se adquiere una luz profunda en donde mas duele. Para aprender desde ahí, solo puede haber una reacción sana y clara: mírame ¿ quién te haría daño sino Yo, porque Soy el hacedor. Yo solo Amo, por lo tanto no te propicio dolor, no te hago daño, ese dolor tan profundo es tuyo, de tu falso conocimiento, de un mal aprendizaje, no te renueva, solo te hunde. Mírame, sonríeme y dime, aunque tus ojos estén llenos de lágrimas ¿Qué has hecho tu por MI, qué he hecho Yo por ti? Te he dado todo, la vida y Yo Mi vida por ti, ¿ comprendes? ¿Quién puede hacerte daño? nadie puede tocarte si Yo no lo permito y Yo no permito que nadie te haga daño, solo espero en vuestra comprensión y esta es: mira el dolor del otro confundido, cómo reacciona a sus propias angustias, no recojas su dolor para incorporarlo al tuyo, déjalo fluir para que llegue a Mi. Yo lo sanaré y alejaré de ti, todo rastro de dolor, violencia, angustias, miedos, sinsabores, incomprensiones siempre. Y eso viene solo para que ejercites tu buena voluntad en Mi y el desarrollo de tus actitudes sana y libremente, para tomar tus decisiones, solo desde Mi y desde ahí tu vida cambia para bien porque estás en la Verdad, ¿ Comprendes hija? Parece difícil, pero es mas sencillo que lo que hacéis, mucho mas fácil que lo que imagináis. Siempre Soy Yo. Así es. Espera y verás. Acuérdate de esto, te servirá para mucho, no renuncies nunca a la Verdad. Mírame, sosiégate en Mí. Esto viene de heridas profundas no sanadas, de miedos. Viene de muy antiguo, de la infancia, de situaciones vividas de inseguridad, no tuya, sino de un ambiente que no ha dado seguridad. No ha habido donde apoyarse, donde sentirse respaldado, reforzado, seguro, se ha hecho parte de tu sentir. Resultado: miedos, incomprensión a consecuencia y rabia. Todo dolor viene acompañado de un sentimiento de incomprensión y produce angustia. Este es el malestar físico. A continuación entran los sinsabores y la rabia. y ¿ donde coloco esto? a todo lo que me lo toca.

Imaginaros si vosotras que Me buscáis, Me escucháis, Me amáis y comprendéis de alguna forma, imaginaros los que no Me ven ni Me reconocen, no Me escuchan, Me culpan, Me escupen.

   M.J dice: cuando comprendo me siento liberada. El Señor contesta: Y Yo me alegro porque tu alma bendice la Mía porque has puesto tu comprensión en Mi. Solo se sana así, practicando la verdad, es la escucha con el corazón, viviéndolo con alegría. Ese Soy Yo. Esperad en Mi, os hablo mucho y mas os debo, por eso estoy aquí.

Escupitinajos arrojados a Mi rostro. Culpas, pisadas, no solo pisaron Mi cuerpo y destrozaron cada una de sus partes con latigazos y clavos. Risas, dechanzas y alegatos inútiles y dañinos que arrojaron sobre Mi. Yo solo hablo para las almas, para que comprendan, para que sepan que desde aquí el dolor se queda aquí, no se trasciende. El alma se alegra porque ha podido comprender, despegar, y con esto ayuda al conocimiento de otras almas que no ven, que no escuchan, que no atienden, solo a Mi Palabra. Sabed que Soy Yo.

Solo abandonarme a TI, entregar mi vida a Ti, para que seas Tu el que la conduzca Señor. Pero para olvidarme de mi necesito primero saber quién soy yo. Tener conciencia de mí, porque si no ¿ de quien tendría que olvidarme? ( hace referencia esto a lo que el joven, en la biblia, le preguntó qué hacer para ganar el cielo).