Si enturbias tu mente con patrones que no son Míos, entras en el débito. La esencia de la libertad es el conocimiento de tu propio ser, sí, y desde ahí te reconoces, eliges. ¿ Qué quiero Yo que hagáis conmigo? que Me reconozcáis. Si no te reconoces a ti, ¿ a quién reconoces? ¿ A Mi? ¿ A ti?. Los patrones de reconocimiento vienen dados por exigencias, no son verdad.
La espera en la escucha es confianza.
No se puede perdonar si no se juzga. El Señor dice: no juzguéis. Si no juzgas no puedes perdonar. No se puede perdonar o condenar si no se juzga, por lo tanto si yo te quiero perdonar voy a entrar en un juicio. Por eso: no juzguéis y no seréis juzgados, dice el Señor. Padre perdónalos porque no saben lo que hacen. El no juzgó, pidió perdón al Padre por nosotros, porque comprendió que no sabemos lo que hacemos. Pero el que perdona solo es el Padre.