En la iglesia, en misa, después de comulgar: Quiero recuperar la sangre que perdí ( la que derramó) en vuestros corazones.
En la iglesia: Alma Mía canta, salta y danza para Dios. Su Nombre sea glorificado. Bendito en lo alto porque Su Reino está lleno de Su Gloria. Clamémosle ángeles todos, la bendición porque solo El es Santo y Dador en el firmamento de Su Universo.